jueves, 17 de abril de 2008

Me siento mal o estoy mal sentado?



I



Alguien dice: - Pero vos me estás tomando el pelo?

El otro contesta: - No, intentaba expresar lo que siento, en forma figurada.

-Pero a vos te parece que esa es la forma, querido?

-No sé, pero cuando decís querido, que es lo que realmente querés decir?

-No sé.

-Si, ya. 


II



- Cuando me siento a mi mismo, siento algo que no me es agradable para nada.

- A qué te referís?

- No sé, por ejemplo cuando te preguntan no como andás, sino cómo te sentís, en realidad no te dan tiempo a que vos te sientas y luego respondas.  Generalmente uno viene a largar alguna de las ultimas conclusiones que ha llegado a sacar respecto de su problemática diaria, pero nunca se responde con propiedad, a lo sumo uno dice, bien, todo bien me duele un poco...  Pero hay momentos, cuando el mundo se calma, cuando los sonidos se vuelven lejanos, en los que uno verdaderamente se siente a uno mismo 

-Y ahí es cuando sentís algo que no te es agradable?

-Sí.

-Bueno, la cuestión es muy simple.  Quién siente a quién?



III




- Y parecía que estabamos ignorando lo que sucedía, algo así como ese instante cuando uno está viendo la tele y en realidad no hay tele, no hay uno, no hay nada...

- Si bueno, pero si el tipo te está apuntando con un arma, tampoco es que hubiera tanta gente.

- Si, pero todavía no había sacado el arma, estaba llorando, eso sí.  Y olía a peste.

- Y vos, que hacías ahí?

- Nada, me sentía mal, como de costumbre.



IV




Mientras acabo estas líneas, llueve sobre la ciudad, lo cual la vuelve mas bonita,

El sonido de las teclas del portátil se mezcla con el de las gotas que golpean sobre lo que sea, que haya.  

La lista de reproducción del otro ordenador emite otros sonidos, se escucha a alguien tocando un piano. 

Todo y todo se vuelve mas y mas percusivo.

Sin embargo esto no dura mucho, la lluvia cesa, la tonada del pianista se vuelve un tanto mas agradable.

Se escucha el sonido de algunos pájaros, y un trueno, la tristeza se vuelve mas lenta.

Veo como las ropas colgadas en las terrasas flamean con el viento como banderas de una nación pordiosera.

Con las últimas gotas, la cadencia, y el color de la luz que ahora es mas tenue y mas plateada, 

el sentir se hace uno con el lugar y en este preciso instante, Barcelona y yo sentimos lo mismo.






Dermo Gólico